La premisa de esta acción fue una crítica al concepto de feminidad que prevalece en la sociedad. En este sentido, partí de que la feminidad es una construcción cultural creada y sostenida para perpetuar ciertos patrones de comportamiento y cierta distribución del poder. Por eso el grupo social masculino evade la renegociación de los paradigmas culturales, y de hecho los percibe como una amenaza.

De esta forma desarrollé el performance como una herramienta crítica, reconociendo a la mujer como sujeto creador de cultura en el contexto social, y no solo vista a través de la naturaleza biológica, sexual y reproductiva.

Para materializar la crítica, en el performance propuse una liberación a partir de acciones que rompieron con los esquemas habituales de conducta femeninos en un proceso simbólico para abrir el camino e invitar a la reflexión de la vida. En esta acción, la fuerza de mi cuerpo físico que me ayudó a eliminar los obstáculos que atravesaban el recorrido además de una motosierra y un montacargas, herramientas asociadas con el universo masculino.

 Es importante referir que la canción La vida en rosa, interpretada por Edith Piaf, me acompañó durante el desarrollo de la obra que consistió en:

1. Desenrollar frente a mí una alfombra de peluche rosa de 120 cm de ancho X 20 m de largo. Hago esto con los pies.
2. Topar con un tronco interpuesto en la trayectoria de la alfombra, que obstaculiza desenrollarla por completo. Sobre el tronco hay unas letras de metal que dicen “Me engaño”.
3. Cargo el tronco y lo arrojo fuera del camino.
4. Continúo desenrollando la alfombra.
5. Topo con un segundo tronco, donde otra leyenda dice: “Miedo del miedo”.
6. Utilizando una motosierra lo parto a la mitad.
7. Continúo desenrollando la alfombra de peluche.
8. Topo con un tercer tronco, ahora con la leyenda “La vida se extiende al infinito” 9. Entra un montacargas, levanta el tronco y sale del lugar.
9. Salgo del espacio caminando detrás de la máquina.